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Estimado Dr (a) le invitamos a leer la siguiente nota: “Microinfusoras de insulina: pros y contras”

A cargo de Dr. Aldo Ferreira Hermosillo. Especialista en Endocrinología. Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Cédula: 7491315

Las microinfusoras de insulina son dispositivos que suministran de forma continua insulina rápida humana o análogos de insulina ultrarrápida por vía subcutánea mediante una cánula. Su objetivo es simular la secreción endógena pancreática de insulina.1

La bomba de insulina ofrece ventaja en la administración cuantitativa de la infusión basal de insulina, ya que se realiza de forma continua, lo cual permite mantener la euglucemia y prevenir la cetoacidosis. En estos dispositivos se permite la configuración de bolos tanto de alimentación como de corrección. Los bolos de alimentación se calculan de acuerdo con la concentración de glucosa de ese momento y el conteo de carbohidratos (en gramos o porciones) y basado en la relación de insulina: carbohidratos. Los bolos de corrección utilizan la concentración de glucosa, el factor de sensibilidad de insulina y la glucosa objetivo para el cálculo de la dosis de insulina.2

Las microinfusoras de insulina ha evolucionado rápidamente desde su introducción hace casi 40 años para ser más pequeñas, más precisas y confiables. Existen varios tipos de bomba de insulina disponibles:

  • Con tubo: conectada mediante un catéter a la cánula subcutánea. 
  • Sin tubo (pod): se comunican de manera inalámbrica con un dispositivo controlador.2

Existen además microinfusoras con o sin integración del monitoreo continuo de glucosa (CGM, continuous glucose monitoring). Los modelos compatibles con el CGM tienen alarmas para las hipo- e hiperglucemias y predicción de hipoglucemia.3

Las indicaciones para considerar el inicio de esta terapia son: pacientes con terapia de múltiples dosis de insulina, alta variabilidad glucémica, hipoglucemias recurrentes, hipoglucemias inadvertidas, fenómeno del alba, embarazo, gastroparesia, atletas y pacientes con síndromes severos de resistencia a la insulina.1,2

Las ventajas que ofrece el uso microinfusoras es la posibilidad de usar microdosis de insulina basal que permite hacer ajustes con mayor precisión de acuerdo con los requerimientos de cada paciente. Ésta puede aumentarse, reducirse o suspenderse temporalmente en cualquier momento, lo que facilita el manejo en enfermedad, ejercicio u otras circunstancias.2

Además, las bombas al estar integradas al MCG, pueden tomar acciones para prevenir la hipoglucemia, tales como suspensión de la infusión cuando hay glucosa baja o cuando predice que, en los siguientes 30 minutos, la glucosa va a estar 20 mg/dl por arriba del límite bajo preconfigurado.

Otras ventajas:

  • Se reduce de forma significativa el número de inyecciones diarias, requiriendo cambio del set de infusión cada tercer día. 
  • Al poder administrar varios tipos de bolos como dual, cuadrado o normal, permite adaptarse los diferentes tipos de alimentos ingeridos (por ejemplo, con más contenido de grasas o de carbohidratos).

En algunos estudios se ha demostrado que la terapia con microinfusora de insulina en diabetes tipo 1 reduce de forma marcada de la tasa de hipoglucemia severa y mejora significativamente la hemoglobina glucosilada.4,5

El uso de las terapias con microinfusoras de insulinas requiere un equipo multidisciplinario para su manejo, que tanto el paciente y/o sus padres o cuidadores tengan la responsabilidad y estén motivados para lograr el adecuado control; ya que de lo contrario no se observarán los beneficios relacionados con su uso. La desventaja que pueden presentar estos dispositivos es que puede aumentar el riesgo de cetoacidosis si la infusión de insulina se interrumpe por más de 2 horas, por ejemplo, si los pacientes olvidan reconectarse después del baño, si existe infección en el sitio de inserción de la cánula, cánulas dobladas, o bien burbujas de aire en el reservorio o catéter.2,3

 

Referencias

  1. Grunberger G, Abelseth JM, Bailey TS, Bode BW, Handelsman Y, Hellman R, et al. Consensus Statement by the American Association of Clinical Endocrinologists/American College of Endocrinology insulin pump management task force. Endocrine practice: official journal of the American College of Endocrinology and the American Association of Clinical Endocrinologists. 2014 May;20(5):463-89. 
  2. Faradji-Hazán R, Sainz de la Maza-Viadero M, Antillón-Ferreira C, de la Garza-Hernández N, Flores-Caloca O, et al. Guía práctica para el manejo de microinfusoras de insulina. Rev Mex Endocrinol Metab Nutr. 2019;6:59-91.
  3. Heinemann L, Fleming GA, Petrie JR, Holl RW, Bergenstal RM, Peters AL. Insulin pump risks and benefits: a clinical appraisal of pump safety standards, adverse event reporting, and research needs: a joint statement of the European Association for the Study of Diabetes and the American Diabetes Association Diabetes Technology Working Group. Diabetes care. 2015 Apr;38(4):716-22. 
  4. Pickup JC, Sutton AJ. Severe hypoglycaemia and glycaemic control in Type 1 diabetes: meta-analysis of multiple daily insulin injections compared with continuous subcutaneous insulin infusion.  Diabet Med 2008;25:765-774.
  5. Pala l, Dicembrini I, Mannucci E. Continuous subcutaneous insulin infusion vs modern multiple injection regimens in type 1 diabetes: an updated meta-analysis of randomized clinical trials. Acta Diabetol. 2019 Sep;56(9):973-980. 

 

Material desarrollado con fines de educación médica continua.

Material exclusivo para profesionales de la salud.

La información aquí presentada es opinión del ponente.

Código interno de aprobación: MX20XUM00047.

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